Allí a lo lejos,
donde la vista no llega
donde el sol se esconde
detrás de la sierra,
cuentan que hay un arroyo
y una flor en su ribera
que su juventud y frescura,
las mantiene una eterna primavera.
Ella es Iris, la molinera,
belleza que cegó de amor
a muchos hombres solo con verla,
otros dejaron el corazón
inerte entre las adelfas,
por que quien osa tocarla
con la misma el arroyo se encela
convirtiéndose en bravío mar
y en asesina su marea
arrebatándoles sus débiles almas
convirtiéndolas en blancas perlas
para entregárselas como trofeos
a Iris, la flor de su ribera.
SANTIAGO SERRANO BRAVO.
23 nov 2008
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